El SDDR disminuye el reciclaje de los envases que no admite
Los agujeros negros del retorno de envases en el espejo noruego
Artículo de Francisco Álvarez en El Mundo.
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- Se recuperan el 85% de latas y botellas pero retrocede el reciclaje de los productos ajenos al SDDR.
Con poco más de cinco millones de habitantes, -una cifra muy similar a la que acredita la Comunidad Valenciana-, Noruega se erige en un espejo en el que mirarse ahora que el Gobierno autonómico pretende implantar el sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR) a lo largo de 2018. El modelo funciona en esta nación escandinava desde hace décadas, antes incluso de que se implantaran los contenedores amarillo, azul o verde; y es más transparente que el sistema teutón. Su legislación, a diferencia de Alemania, exige que un único gestor agrupe los cobros y abonos derivados de la aplicación del SDDR. Los resultados se publican, cada año, en la memoria anual de Infinitum, la entidad privada sin ánimo de lucro responsable de su funcionamiento.
El análisis del último informe disponible, correspondiente a 2014, ofrece como era previsible tasas de reciclaje muy elevadas. En Noruega se recupera el 96,6% de las latas y el 95,4% de las botellas de plástico que se venden al año, aunque el porcentaje que en realidad se gestiona a través del SDDR es ligeramente inferior. Oscila entre el 85,2 y el 85,5%, en función de los materiales. Esto significa que los consumidores no devuelven el 15% de las latas y botellas de plástico y, por tanto, renuncian a cobrar los depósito con los que se gravan estos productos: 11 céntimos de euro para los artículos de hasta 0,5 litros y 27 céntimos para el resto. En 2014 este concepto ascendía a 17,2 millones de euros, que se destinaron a financiar el propio sistema. Su coste ronda los 168,8 millones de euros al año, con unos beneficios de apenas 274.850 euros.
En España, el punto verde (el modelo de recogida vigente) está muy lejos de alcanzar los niveles de recuperación del SDDR en Noruega, aunque la tasa final de reciclaje resulte, a la postre, muy similar. Esto se consigue gracias a los mecanismos de separación de residuos, que permiten rescatar en las plantas de tratamiento los productos que los ciudadanos no reciclaron correctamente en origen.
Todo indica que el sistema de depósito ha incentivado la recuperación de latas y botellas en Noruega, aunque se ha constatado el efecto inverso en los envases que no están sujetos al SDDR. La tasa de reciclado para el resto de artículos que se gestionan a través del contenedor amarillo retrocede. Ha pasado del 70,3% en 2006 al 55,9% en apenas seis años, según recoge Eurostat. Los noruegos parece que centran sus esfuerzos en el sistema que reporta penalizaciones económicas a pesar de que sólo aporta el 1,48% de la tasa nacional de reciclado. Para comparar, España recuperó el 64,4% de los envases en 2012, según la agencia estadística europea.
Por otra parte, la memoria de Infinitum revela los elevados costes del SDDR para los productores e importadores de bebidas, que en Noruega han de hacer frente a dos tipos de tributos. Una primera tasa carga los envases de un solo uso con un importe que oscila entre los 0,72 y los 0,12 euros por unidad en función de su tasa de reciclaje. Este impuesto medioambiental se erige, en la práctica, en una barrera de entrada para proteger a las cerveceras locales, que apuestan los cascos retornables, frente a sus competidores procedentes de la Unión Europea.
La segunda tasa está vinculada al sistema de gestión de residuos de Infinitum. De acuerdo con las tarifas de 2009, la contribución por cada unidad que se introduce en el mercado varía entre los 0,0125 y los 0,0137 euros. Esto significa que por 1.000 latas de aluminio, el productor abona 7,5 euros (seis veces más que en España) y por 1.000 botellas de plástico de menos de medio litro, 1,25 euros; es decir, 2,5 veces más que en nuestro país.
A este concepto deben sumarse otros como la cuota de adhesión de los productores que acceden por primera vez al SDDR (3.750 euros), así como el pago 625 euros por cada producto registrado en el sistema, siempre según las tarifas de 2009.