¿Devolver el envase o cobrar por reciclar?

¿Devolver el envase o cobrar por reciclar?

 

Artículo de Santiago Millet para Diario de Noticias de Navarra.

 

Lea el artículo original AQUÍ.

 

La Ley de Residuos de Navarra aprobada en el Parlamento regional contempla entre las posibles medidas para reciclar envases, la también posible implantación de un sistema de depósito, devolución y retorno -abreviado SDDR- para una parte de los envases de bebidas.

Navarra ya es la comunidad autónoma con mayor porcentaje de reciclado de envases ligeros en el país, lo que invalida de partida el argumento de que sea necesario otro sistema. Máxime cuando este otro sistema que se propugna no es complementario ni alternativo al sistema actual, sino absolutamente discriminatorio al estar dirigido exclusivamente a la fracción mas valiosa y limpia de todos los envases (es decir, la que menos dificultades presenta actualmente para reciclar). A esto se le añade el hecho de que reciclar cada envase puede costar hasta cincuenta veces más que ahora, lo que nos llevaría a un aumento de precio de las bebidas envasadas de entre el 10 y el 50%.

Lo que más llama la atención es que de manera absolutamente engañosa este sistema se presente como un sistema que recompensa al ciudadano por reciclar. De hecho, en estos días se pasea por Navarra una máquina de recogida de envases (similar a las que hace pocos años daban entradas de cine en Pamplona, después descuentos en el abono transportes y finalmente se retiraron), gentilmente cedidas por la empresa que pretende vender casi cuarenta mil máquinas como esa en España a unos 25.000 euros la unidad, es decir, un negocio, sólo en equipamiento de recogida, de unos 1.000 millones de euros. Con estas cifras no es de extrañar que se siga intentando después de ocho años de promoción comercial -afortunadamente sin éxito- con viajes de demostración para todo tipo de personas de buena fe a Alemania para ver su funcionamiento.

Volviendo a situar al lector en contexto con respecto a la máquina -que como decíamos anteriormente se pasea este verano por Navarra- en este experimento, vergonzosamente apodado “proyecto piloto” se da una compensación de diez céntimos por cada envase traído. Si el sistema funcionara de verdad, el ciudadano habría tenido antes que dejar en prenda esos diez céntimos en el comercio al comprar la bebida, guardar los envases con cuidado y después, con suerte, si el envase no se hubiera arrugado, perdido la etiqueta o aplastado (porque de otro modo la famosa máquina no lo reconocería) tal vez podría recuperar su dinero.

Hagamos un esfuerzo en la sensibilización del reciclado como se está haciendo, pero no hagamos un negocio de una práctica que las nuevas generaciones ya realizan de manera natural (gracias en gran parte, a la gran labor de los colegios en materia de educación medioambiental).

Sea consciente de que este sistema no ha mejorado las cifras de reciclaje en los países donde está implantado, y mucho menos lo hará en Navarra. Si eligen esta opción recuerde que debe guardar sus latas en la cocina de su casa con mucho cuidado de que no se arruguen, esperar a tener los suficientes envases para ir entonces al lugar donde se encuentre la famosa máquina (probablemente le tocará coger el coche o bien ir andando cargado de bolsas de envases consumidos y recuerdo de nuevo, que no se pueden golpear porque entonces la máquina no los reconocerá). Una vez llegue a destino, que tenga la suerte de no hacer cola y por último, mucha suerte en recuperar todo el dinero dejado previamente en depósito al comprar dichos envases en la tienda.

Todo esto para añadir, por ejemplo, un 0,5% al millón de toneladas de envases metálicos que se reciclan en Alemania por los mismos procedimientos que ahora se emplean en España. La otra opción es tirar su lata de bebidas al contenedor amarillo. 8 de cada 10 latas de bebidas se reciclan en nuestro país. Usted elige.

Mientras, en la entidad sin ánimo de lucro que presido -la Asociación de Latas de Bebidas- nos ponemos a disposición del gobierno navarro para ofrecerle datos reales sobre el SDDR tales como lo que de verdad consigue, lo que de verdad le cuesta al ciudadano o lo que ha contribuido a la desaparición del envase reutilizable en Alemania y los países nórdicos (aquí nos quieren hacer creer, también sesgadamente, que es una herramienta para recuperar el envase reutilizable). Además de facilitar los datos anteriormente mencionados, nos ofrecemos a colaborar para seguir mejorando las ya muy buenas tasas de reciclado de la comunidad navarra.