El SDDR en cifras, un sistema costoso e ineficaz.

El SDDR en cifras, un sistema costoso e ineficaz.

 

Chema Larrea y Sara Picazo | 27 abr 2018

A lo largo de este blog hemos ido viendo algunos inconvenientes que supondría la imposición del sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) tanto para el medio ambiente como para los comercios y los consumidores finales.

Dos de los factores que más llaman la atención de este incoherente sistema de reciclaje es su elevado coste y su ineficacia. Por eso, en esta ocasión, vamos a centrarnos en ellos y desglosar cifras:

La implantación del SDDR supondría multiplicar casi por 5 el coste respecto a los costes del sistema actual, unos 1.784 millones de euros más al año. Estas conclusiones se extraen del Estudio Ariadna, de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático, un análisis ambiental, social y económico comparativo que pone de manifiesto los costes que acarrearían la introducción de un SDDR obligatorio para envases en España respecto a los costes actuales. Este estudio (PDF) (Resumen) concluye que el coste del SDDR sería de 2.276 millones de euros al año frente a los 492 millones de euros del sistema actual de recogida de envases.

Siguiendo con este estudio, si atendemos a las toneladas de residuos de envases, el coste sería de unos 713,50 € más por tonelada al año ya que pasaría de los 196,6 € actuales a los 910,10 € que supondría la instauración del SDDR.

Aparte, conviene recordar que el Estudio Ariadna calcula que 10.895 establecimientos comprarían (o mejor dicho: estarían “obligados” a comprar) unas 38.752 máquinas, invirtiendo nada más y nada menos que 820 millones de euros, ya que detrás de la presión por imponer el SDDR está la empresa que vende estas máquinas.

 

Ciñámonos ahora al coste que cada habitante tendría que asumir para costear el SDDR: 42,57€ por habitante al año, esto es, 13 veces más que ahora. Estas alarmantes cifras se derivan del estudio de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que evalúa el impacto en la gestión municipal de la implantación obligatoria del SDDR. Este estudio (PDF) (Presentación) determina que imponer el SDDR en España supondría una inversión inicial estimada de 1.398 millones de euros y un coste anual de gestión neto estimado de 1.980 millones de euros.

 

Esta Plataforma aboga realmente por la necesidad de proteger el medio ambiente, pero según el estudio de la FEMP, todos estos costes sólo conseguirían un aumento del 1,7% en el reciclaje de residuos municipales. Por tanto ¿qué lógica tiene incrementar los costes en casi 2.000 millones de euros para luego conseguir un aumento del reciclaje de apenas un 2%?

Como vemos, esta subida desorbitada de los costes paradójicamente NO se traduce en una mejora de los términos medioambientales. Por otro lado, no existe correlación entre SDDR y aumento del reciclaje como podemos ver con el caso de Bélgica, que siendo el país europeo que más envases recicla, no dispone de SDDR. Además, Alemania está estudiando cómo quitarlo ya que ha caído el reciclaje desde su implantación y en los Países Bajos ya lo retiraron dados sus pésimos resultados.

Por tanto, las cifras hablan por sí solas y este descomunal aumento de los costes no se justifica ni medioambientalmente ni productivamente hablando. Otro caso para estudiar serían las cifras de beneficios que obtendrían ciertas empresas que abogan por la implantación del SDDR.

 

Ya dijo Voltaire que el sentido común es el menos común de los sentidos, entiéndase que cada uno tenemos un sentido común – o entendemos que es de sentido común cosas diferentes y hasta opuestas – por lo que aunque inicialmente pudiéramos creer que el SDDR es bueno para el reciclaje, los datos indican lo contrario. Estos son los datos, suyas las conclusiones.

 

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